Al curar algo dañado, se reparan, mejoran y armonizan otras zonas de uno mismo y de la relación. Como cuando se lava y se quita una mancha, toda la prenda se ve más limpia.
La mujer perfecta es la mujer que se ama.
El Sabio no sólo quiere el bien. Quiere sólo el bien quien es débil y no puede asumir el precio de vivir. Quien quiere sólo el bien cree que sabe lo que más conviene.
Acuerdate de esto cuando odies o rechaces a un hombre o a una mujer: Todos los hombres no son iguales. Somos el mismo. Todas las mujeres no son iguales. Son la misma. Odiar a uno es odiarlos a todos en tu corazon. Estar en paz con uno completamente es abrazarlos a todos.
Quizá con quien amas intensamente no seas feliz. Quizá con quien eres feliz no lo ames tan intensamente.
La paradoja espiritual es que cuanto mas oscura la noche mas se crece en el alma. El cenit nocturno es completamente luminario. Quien busca la Luz huye de sí mismo.
Enamorarse no se puede evitar. Amar sí. Porque uno es inconsciente, y lo otro necesita de toda tu conciencia.
Cuando nos reunimos con alguien en cierta sintonia, uno puede pensar lo que no podria pensar solo.
Si no confiaramos en este camino desconocido, parecería que aún creemos que somos nosotros quienes estamos a cargo de nuestro destino. Y de ese modo, interferiríamos hacia dónde ya nos conduce nuestra alma.
En la profunda tristeza de la vida, aún siento la Belleza de todo. En el éxtasis de la gloria del amor, aún recuerdo lo terrible de la existencia.
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