Estoy desprovisto de fe y no puedo, pues, ser dichoso, ya que un hombre dichoso nunca llegará a temer que su vida sea un errar sin sentido hacia una muerte cierta. No me ha sido dado en herencia ni un dios ni un punto firme en la tierra desde el cual poder llamar la atención…
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Para poder ser irremplazables, intentamos ser diferentes. Mientras que siendo quienes somos, somos únicos. Pero quien no me quiere por lo que soy, no me querrá nunca por lo que no soy. Todo intento de convertir a nuestro compañero en algo diferente de lo que es, de asemejarlo más a uno mismo, de pretender que sea diferente a…
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Quien volviendo a hacer el camino viejo, aprende el nuevo, puede considerarse un maestro. Confucio. Lo más difícil es saber cuando hay que quemar los puentes que hemos atravesado, o mantenerlos a salvo. Te volverás a enamorar. Tendrás esta sensación de haberte perdido de nuevo en un camino ya transitado. Habrás dicho: no volverá a…
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Miedo a perder al otro, o miedo a perdernos en el otro. Existe la idea generalizada que algunas personas tienen miedo al compromiso, y otras no. No es cierto: el miedo a la unión es un miedo primordial. Esa memoria ancestral de haber perdido el paraíso está latente en nuestras células. Nadie se escapa del…
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Donde hay una pérdida, hay un dolor por la separación. Aquel que sólo se observa a sí mismo, que se autocompadece, vivirá un dolor interminable. Ese dolor es superficial y puede durar toda una vida. Una persona así ya no está capacitada para algo nuevo. Un dolor también se torna interminable cuando estoy enojado con…
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Busco un sueño que me reconcilie con lo que he olvidado.
Puedes aprender mucho de ti, si eres honesto con todos, en cada cosa que hagas. Dispones de unos medios, unos canales de enseñanza- aprendizaje, unas capacidades y talentos especialmente diseñados para ti, para tu aprendizaje y gozo, que puestos al servicio de la verdad te mostrarán caminos inimaginables para tu mente personal. Con los que…
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Estaba terriblemente enamorado de ella, porque aún no sabía amarla. Me movía tanto, que no podía verla. Al aprender a amarla, ya no me movía tanto, pero la pude ver.
Solo tengo un rezo: que lo que no sea, caiga. Y que lo que es, no me preocupe.
Al abrir mi vulnerabilidad ante una mujer puedo conocer mi verdadera fortaleza. Y después usarla para sostenerme, sin pretender de ella otra madre. Cuando no tengo miedo de conocerme, puedo exponerme. Me muestro, sin ocultar intenciones, sin pretender tener recursos o capacidades que aún me son inaccesibles. No necesito juegos de poder y dominación sobre ninguna mujer. Soy un hombre porque ella…
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